- ¿Dónde estudiaste dibujo? - le pregunté.
- No estudié.
Terminé por sentirme mal. ¿Acaso ser idiota es inevitable cuando una pretende no serlo?
- Me gusta tu concepto.
Agregó casi inmediatamente.
- Gracias. - estaba desconcertada, era un halago sin sentido.- ¿Por qué?
- Las líneas - señaló- están torcidas pero bien delimitadas.
Miré mi hoja como quien mira la nada. No le entendí. Pero me sonrió ante el desconcierto. Y algo bueno pude hacerlo, bien: sonreí también.
Esas risas no planeadas que luego las recuerdas antes de dormir, y volvés a sonreír.
- La verdad no soy buena dibujando. Pero vivo para retratar la belleza, por eso soy fotógrafa.
- La verdad soy malo encontrándole belleza al mundo real. Por eso soy dibujante.
Y volví a hacerlo.
La risa, ella sola ha cavado más túneles útiles que todas las lágrimas de la tierra
Julio Florencio Cortázar.